Utiliza el agua que quedó de la cocción de los fideos y úsala para preparar tu salsa. El almidón le dará la consistencia que estás buscando.
Al enfriar los fideos con agua le quitamos el almidón y eso hace que la salsa no se adhiera correctamente. Te aconsejamos escurrir los fideos y servirlos enseguida con la salsa.
Se suele agregar aceite durante la cocción para evitar que los fideos se peguen, pero esto previene su integración con la salsa. En su lugar, remueve de vez en cuando para impedir que se junten.
Asegúrate de cocinar tus fideos en una olla grande para permitir que se expandan y queden perfectos. Así evitarás que se peguen entre sí.
La sal ralentiza el proceso de hervor, por lo que si la agregas antes tardarás más tiempo en preparar tus deliciosos fideos. Agrégala después para cocinarlos a la perfección.